domingo, 22 de noviembre de 2009

La revolución de la cámara fotográfica digital

La Fotografía Digital apareció varias décadas atrás. Durante los primeros vuelos de naves rusas y norteamericanas a la luna en los años sesenta, se pudo notar su presencia en la transmisión de imágenes que requería el uso de esta tecnología.
Tuvo una excelente acogida por parte de un buen grupo de fotógrafos profesionales, los cuales pueden afirmar que antes de que termine este siglo, esta será la única tecnología empleada en la práctica de aplicaciones fotográficas.
Las cámaras fotográficas digitales nos brindan la posibilidad de disparar miles de veces sobre un objetivo sin tener que gastar mucho dinero y tiempo en mandar a revelar los negativos para saber si las fotos han sido bien tomadas. También nos brinda la facilidad de descargar las fotografías en nuestras computadoras, corregirlas las veces que nos parezcan necesarias y seleccionar las que queramos mandar a revelar posteriormente, y principalmente nos permite quedarnos con las fotografías que son de nuestro interés.
Las cámaras de fotografía digital han logrado que se aprenda mucho más rápido de los típicos errores que se cometen al momento de capturar las fotografías, que incremente el número de tomas y que el precio y resultado de las fotos reveladas sean mucho más económicas y tengan una excelente apariencia.
Antes se podía decir que comprar una cámara fotográfica digital estaba sólo al alcance de los que poseían una buena cantidad de dinero en el bolsillo; sin embargo, eso ha cambiado en la actualidad, debido a que es muy fácil obtener buenas fotografías y existen diferentes precios que se encuentran al alcance de todos.
Dentro de las cámaras fotográficas digitales profesionales, la costumbre de los fabricantes consiste en reutilizar los componentes clásicos de una cámara de gran formato, de tal manera que se remplaza el espacio destinado a contener la película por otro mucho más computarizado que debe conectarse a una computadora, permitiendo que las fotografías se puedan almacenar en un formato digital sobre un fichero procesable informáticamente.
Por el lado de las cámaras fotográficas digitales, que normalmente son compradas por personas que las necesitan simplemente para divertirse o porque quieren guardar una bonita experiencia que durará para siempre, y hasta son utilizadas por algunos fotógrafos profesionales que no cuentan con los medios necesarios para pagar una cámara profesional.
Estas cámaras pueden ser utilizadas de forma independiente y no requerir de la computadora. En este tipo de equipos, las fotografías también se almacenan en formato digital, pero dentro de una especie de memoria ubicada en la propia cámara. Después de haber tomado las fotografías, esta memoria puede ser copiada a un ordenador para su visualización o procesada.

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